29 En sus días subió el Faraón Nekó, rey de Egipto, hacia el rey de
Asiria, junto al río Eufrates. Fue el rey Josías a su encuentro, pero Nekó le
mató en Meguiddó en cuanto le vio.
30 Sus servidores trasladaron en carro el cadáver desde Meguiddó,
llegaron a Jerusalén y lo sepultaron en su sepulcro. El pueblo de la tierra
tomó a Joacaz, hijo de Josías, y le ungieron y proclamaron rey, en lugar de
su padre.